Es un monstruo
con múltiples ojos que cubren su cuerpo. Se dice que los ladrones y cartereros
se convertirían en Dodomekis al morir y habitarían en los límites de la ciudad.
En algunas descripciones se dice que solo los brazos y manos del demonio con
figura de mujer estaban cubiertos de ojos. Ella le roba a los ladrones sus monedas
al absorberlas por las manos y las mismas se transforman en más ojos. Otros
dicen que los ojos son de aves; lo que deriva en una descripción menos
fantástica, ya que dicen que el Dodomeki se le acerca a la gente a preguntarles
sobre su pasado y cuando la persona menos lo espera le muestra sus brazos
cubiertos de ojos (antiguamente en Japón a los ladrones se les tatuaban ojos de
aves).